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Cómo decidir la hipoteca que más me conviene según el tipo de interés


Cómo decidir la hipoteca que más me conviene según el tipo de interés title=

Una hipoteca representa la llave que abre la puerta de tu nueva casa si requieres ayuda del banco para cumplir tu sueño inmobiliario. Comparar las ofertas de las diferentes entidades pasa por descubrir que los intereses que pagarás por convertirte en propietario atienden a diferentes tipologías en función del tipo aplicado. En líneas generales, los préstamos para la compra de una vivienda se clasifican en fijos, variables y mixtos. Para escoger el que más te conviene, debes prestar atención tu situación financiera, tus planes de futuro y tu aversión al riesgo.

 

Un ejercicio previo de honestidad

Antes de la última visita al notario para firmar las escrituras, hay que recorrer un largo camino. Si tienes la suerte de contar con fondos suficientes para cubrir el precio del piso que te gusta y todos los gastos que lleva asociados la operación, enhorabuena. En caso contrario, tendrás que ver qué condiciones te ofrecen los diferentes bancos para prestarte el dinero que necesitas. Previamente, es esencial que afrontes tu balance entre gastos e ingresos y que asumas que vas a adoptar un compromiso de varias décadas.

 

Los expertos recomiendan que no destines más de un 30%-35% de tus ingresos al pago de la hipoteca, así que este será el primer filtro para hacer simulaciones con la cantidad que tendrás que reembolsar cada mes. Por otro lado, además de analizar tu situación presente, debes mirar a largo plazo.

 

¿Tienes posibilidades de promoción interna o valoras cambiar a un trabajo mejor pagado? ¿Crees que tu familia se ampliará con la llegada de un niño? ¿Se avecina cualquier otro gasto importante? Igualmente, debes hacer un ejercicio de autoconocimiento para descubrir qué grado de tolerancia tienes ante una posible subida o bajada en tu cuota hipotecaria.

 

La tranquilidad de pagar siempre lo mismo

La gran baza de las hipotecas fijas es que el tipo de interés permanece estable durante toda la vida de la hipoteca, de la primera a la última mensualidad. De este modo, cada día 1 pagarás siempre la misma cantidad.

 

Estos préstamos no están referenciados a ningún índice externo, sino que marcan un porcentaje y este se respeta a lo largo de todo el plazo de amortización. Esto es bueno, pero también te pone en una situación de desventaja cuando el Euríbor está a la baja, e incluso, marca valores negativos.

 

La hipoteca fija es para ti cuando…

Si no quieres sorpresas: tu perfil es el que una persona con apetito nulo por el riesgo. Antepones la tranquilidad de pagar una cantidad fija cada mes a una posible evolución favorable de los mercados.

Si necesitas más de 20 años para pagar tu casa: cuando el plazo de amortización es largo, hay riesgo de que el Euríbor tienda al alza, y tu cuota se puede disparar y desestabilizar tu economía familiar.

Si encuentras una buena oferta: Esta modalidad es atractiva si el tipo fijo está por debajo del 3%. Igualmente, la posibilidad de aplicar bonificadores como seguros puede inclinar la balanza hacia esta clase de hipotecas.

Estar preparado frente a la incertidumbre

El Euríbor es el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España. Su evolución ha repartido alegrías y disgustos a partes iguales. En las épocas en las que ha estado en terreno negativo, ha supuesto un gran alivio para los hipotecados, pues al capital amortizado se la sumaba únicamente el diferencial.

 

Sin embargo, la volatilidad que ha experimentado debido a movimientos geopolíticos ha puesto contra las cuerdas las finanzas personales más sensibles, hasta el punto de disparar las subrogaciones hacia hipotecas con tipo fijo.

 

La hipoteca variable es para ti cuando…

Si tienes capacidad económica: Los vaivenes del mercado no solo exigen autocontrol, también fondos de sobra para cumplir con tus pagos y no caer en retrasos e impagos. Una posición financiara sólida es la mejor respuesta.

Si vas a pagar tu hipoteca en pocos años: Si el momento para contratar una hipoteca variable es propicio porque el Euríbor está muy por debajo de la oferta fija, y además, no tienes comisiones por amortización total o parcial, aprovéchalo.

Si el diferencial está por debajo del 0,5%: Nadie puede prever el comportamiento del Euríbor, pero al menos, podemos minimizar su impacto si el diferencial que se suma al tipo de interés es lo más reducido posible.

Apostar por el término medio

Coincidiendo con episodios convulsos en los mercados, las hipotecas mixtas salen del baúl de los recuerdos y cobran peso dentro de la oferta de préstamos con fines inmobiliarios. Esta tipología une lo mejor de ambos mundos. Durante unos años, la cuota atiende a un tipo de interés fijo, y después, pasa a funcionar como una hipoteca variable.

 

Esta flexibilidad se hace patente en el número de años que tendrás de cuota estable, con ofertas que suelen distribuirse en 5, 1o o 15 años, y a partir de ahí, pasan a Euríbor. A medida que suben los años de fijo, baja el interés que tienes al principio, pero el diferencial sumado al Euríbor tras finalizar este periodo es mayor.

 

La hipoteca mixta es para ti cuando…

Si vas a ganar más en unos años: Si estás convencido de que en unos años podrías afrontar sin problema una eventual subida en la cuota, pero los primeros años prefieres una mayor estabilidad, esta sería la opción más recomendable.

Si el interés fijo está por debajo de las hipotecas 100% fijas: Obviamente, una hipoteca mixta interesa si el periodo de cuota estable supone un ahorro frente a un préstamo que es fijo desde el principio hasta el final.

Si el diferencial no es muy diferente al de las hipotecas 100% variables: Fíjate bien en que las ofertas variables tengan un diferencial en la línea del que tendrás cuando tu hipoteca mixta pasa a referenciarse al Euríbor. En las mixtas suele ser más alto, pero cuida que no suponga una brecha demasiado abrupta.

 

 Texto de Pisoblog